¡Buenos días!
Vuelve el blog y la rutina, después de dos semanas de
vacaciones en las que 11 días hemos estado en Ibiza puede parecer duro pero
siempre apetece retomar la vida real (vale, lo confieso, no apetece nada y sólo
me ha motivado volver una cosa: Sucre. Verlo y comernos a besos ha sido lo
mejor de la vuelta, la mejor medicina para no tener depresión postvacacional).
Estoy preparando varios post sobre las calas que hemos
visitado este año en Ibiza y creo que son interesantes porque no son las
típicas playas o calas a las que suele ir todo el mundo, hemos buscado como el
año pasado sitios apartados y con poca gente y aunque parezca increíble se
pueden encontrar. Sí, en Ibiza y en Julio hay lugares con poca gente.
Mientras preparo los post, selecciono fotos y terminamos de
poner lavadoras (hacer la maleta mola pero todos sabemos que ya no es lo mismo
deshacerla, lavar la ropa y lo mejor viene con la plancha… momento en el que
realmente te das cuenta que has vuelto de vacaciones), os dejo el último DIY
que he preparado para el blog y para mi despacho de verano.
Creo que he visto este DIY en todos o en casi todos los
blogs de manualidades, decoración e incluso en blogs de bodas. La mayoría
habéis pintado la caja de blanco y habéis pintado letras en otro color, una idea
que me parece estupenda y que también quería hacer. La falta de materiales y
mis ganas de aprovecharlo todo han hecho que finalmente mi caja de fresas sea
de tela.
Con los retales que sobraron de la silla de despacho que
tapizamos hace un par de días y que os mostramos aquí. La tela es de Ikea
Valencia y nos costó dos euros y poco. Sobró lo justo, pero con ese justo he
podido forrar la caja de madera.
Más sencillo imposible: una grapadora grande o especial para
tapizar, tela y caja de fresas. Doblamos la tela para que esté doble y no se
vean las letras de la caja original y vamos grapando estirando bien la tela. Ya
está, así de sencillo. Otra opción si no tienes esta grapadora es pegarlo con
cola o incluso con cinta de doble cara.
Yo lo hice todo sin pintar, pero si tienes pintura puedes
hacerlo, sobre todo en los laterales de la parte interior que (por lo menos mi
caja) suele tener manchas de las fresas.
La base de la caja también suele estar manchada y como yo no tenía
pintura opté por aprovechar otro trozo de cuero del viejo tapizado de la silla
de despacho.
Ahora tengo silla y caja para guardar los materiales a
juego. Todo en mi despacho de verano. Pronto las cortinas como quiere mi madre.
¿Vosotros también habéis reciclado una caja de fresas de
madera y le habéis hecho un cambio de look? Me encantaría saber la técnica que
habéis utilizado y para que la estáis usando.
me encantará ver ese post de calas y lugares guays para cuando vuelva.
ResponderEliminarLa caja, genial!!
¡Estoy preparando varios post! Para que no sean muy pesados y largos. Me lo pasé tan tan bien que ya estoy contando los días para volver... :)
EliminarDoncs mira a mi no n'ha donat mai per les capses aquestes, tot i que quan veig lo maques que us queden me'n entren ganes jaja. T'ha quedat moolt xula
ResponderEliminarPtns
¿No? Perquè jo ho he vist en quasi tots els blogs, donen molt joc i hi ha autèntiques meravelles, la meua és molt senzilla però havia d'aprofitar la tela. Ptns.
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