Pintura chalk paint casera

En la propuesta de la semana pasada de sillas tal cual están o pintarlas en blanco, ganó por goleada la segunda opción. Todos, hasta el dueño (mi hermano) me animasteis a pintarlas en blanco. Como seguía con las dudas sobre si pintarlas con chalk paint o pintarlas como se ha hecho siempre decidí hacer una prueba con una mesita de madera que tenía en el balcón (era para tirar pero ya sabéis que esa es una palabra que no me gusta y ha estado sola y abandonada en el balcón, sin molestar, hasta este momento). 

Seguramente ya sabrás de que te hablo con esto de 'pintura chalk paint' pero si todavía desconoces de que hablamos te diré que lo bueno de esta pintura es que puedes pintar sobre cualquier superficie sin necesidad de prepararla antes. No tienes que lijar la madera e incluso podemos pintar sobre cristal. Y ese es el puntazo de esta pintura, no me digáis que no da una pereza total tener que lijar los muebles, retirar el polvo que produce la lija, aplicar una imprimación, volver a lijar y finalmente después de todo ese trabajo pintar el mueble con pintura blanca? 

Pues por eso quería experimentar con esto de la pintura de pizarra a la tiza, porque no tenemos que preparar la pieza que queremos pintar y lo único que tenemos que hacer después de pintar es aplicarle una cera incolora para proteger la pintura. Res més (nada más). ¿Suena bien no?

¿Es fácil de elaborar en casa esta pintura? Sí. 

Yo utilicé un cubo de plástico mediano para hacer la mezcla. Puse primero la pintura blanca, que cubría el culo del cubo un dedito. Luego añadí dos cucharadas de yeso fino (el que normalmente se utiliza para arreglar grietas o tapar agujeros), después y poco a poco vamos añadiendo una tacita de agua caliente y finalmente un chorlito de cola.  

Depende si utilizas un yeso más o menos fino el resultado final quedará más o menos rugoso. Yo le di una capa de pintura y para darle un efecto envejecido y además retirar esas partes rugosas cuando se secó le pasé una lija fina. Al pasar la lija en algunas zonas salta la pintura y se puede ver la que estaba antes provocando ese toque de mueble viejo.

Como me gustó mucho el resultado decidí pintar una silla, pero no las de la mesa del comedor que tapicé y vosotros queréis que pinte en blanco. Otra silla que tengo en el comedor, en realidad tengo dos y en las fotos podéis ver la original y la que he pintado.

No guardamos las brochas ni los pinceles que seguimos renovando el comedor. Esta botella rechula vintage de Coca-cola la tenía mi hermano escondida en el mueble del comedor y ahora está en mi nueva mesita reciclada y pintada con chalk paint. Fan total.

¿Os ha gustado el cambio?