Tenía ganas de mostraros mi nuevo despacho minidespacho. Os conté hace ahora un año que en verano nos venimos a vivir al campito bonito y necesitaba un lugar de trabajo. Os enseñé en este post cómo con una tabla vieja y dos escuadras hicimos un escritorio, además una silla de la basura se vino a casa y la convertimos en una completamente nueva y colorida con tela de Ikea. Todo el despacho montadito y muy cuco, con un toque veraniego.
Pero no pensamos un punto muy importante: entro a trabajar a las 5:45 de la mañana!! Y el ruido del teclado es bastante molesto a esas horas, a esas horas y a todas, pero a esas horas mucho más.
Pensando, pensando se me ocurrió sacar el despacho de la habitación, pero no tenemos ninguna habitación libre que podamos usar exclusivamente como despacho. Por eso la solución la encontré al final del pasillo. Un pasillo que hace años era una galería y que tras ampliar una de las habitaciones se convirtió en un final de pasillo, en un punto muerto.
Mejor dicho se convirtió en un trastero, pues todos los tratos iban a parar encima de la estufa que mi madre tenía en este rincón. Cajas, sillas, cestos con zapatillas, más trastos...
Os he preparado un vídeo en el que se aprecía mejor el antes y el después. Las fotos no tienen mucha calidad porque entra la luz justo por la cristalera y es imposible hacer algo decente. En directo es mucho más cuco. Os dejo el vídeo:
Espero que os inspire, que busquéis rincones muertos que tenéis en casa para darles vida y un uso práctico y decente que no sea el de acumular trastos. Yo estoy encantada con el resultado.
¿Os gusta la idea?
una idea estupenda a mi ni se m'hagués passat pel cap ;O
ResponderEliminarAixó si la paret molt blanca, no? jaja
Ptns