Despacho con sabor a verano

lunes, 1 de junio de 2015

Un despacho barato, más barato imposible. Una tabla que estaba tirada por el campo, dos escuadras grandes que se compraron para algo y nunca se usaron, cuatro tornillos, dos sombreros, una silla que nos encontramos en la basura y un bote de olivas. No necesito más. 




Para el bote de lápices lo que he hecho es coger cuerda gorda, pegamento, pinzas y otra cuerda más fina para tapar los restos de pegamento y luego hacerle los detallitos que lleva para que no fuera tan sosito, aunque la cuerda ya le da un toque marinero que me chifla. Antes era un bote de olivas y ahora es un bote para mis bolis, rotus y lápices. Un bote para mi despacho de verano.

Es super sencillo pero hay que tener paciencia y dejar que el pegamento haga su trabajo. Tienes que pegar primero la parte de arriba, ponerle pinzas y apretar también con los dedos si no tienes otra cosa mejor que hacer. Pasada media hora o un poquito más, cuando el pegamento esté bien seco puedes enrollar el resto de cuerda por el bote hasta llegar al final y cortar. Entonces tendrás que poner pegamento en la parte de abajo y repetir la espera hasta que seque todo bien. Te recomiendo que en la punta de la cuerda pongas mucho pegamento para que no se deshilache. Puedes añadir algún detallito con cuerda más fina o dejarlo así.



Ahora sólo queda llenarlo con lápices, colocar el resto de cosas en nuestros nuevo escritorio y ya podemos empezar a trabajar. Eso sí, con sabor a verano y a campito bonito.  




¿Seguimos reciclando botes de olivas?  
¿Cómo decorarías tu bote de olivas?  

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