¡Viernes!
Y viernes especial porque hoy volvemos a tener invitada en el blog. Mañana es San Valentín y aunque muchos no lo celebran nosotros siempre
estamos listos para hacer regalos molones y sí, celebrar todo lo que se tenga y se pueda celebrar.
Y... ¿qué podemos regalarle a nuestra pareja para esta fecha que sea original? Pues nada más y nada menos que una maquinita para amasar pasta fresca. Ya os imagino a todos haciendo una guerra de harina en la cocina mientras preparáis la cena o la comida de mañana. La podéis encontrar en Casa Home.
Os dejo con el post de Rocío que os explica cómo hacer pasta fresca y sorprender a nuestra pareja con una cena estupenda!!
Hola
de nuevo,
Esta
vez os voy a enseñar como hice pasta fresca para utilizar la máquina de amasar
pasta haciendo raviolis a la boloñesa.
Primero
preparamos la pasta, esta es la cantidad que utilicé para dos personas:
200 g
de harina de trigo
2 huevos
Hacer
la pasta me resultó sorprendentemente fácil. Todo lo que hay que hacer es una
montaña de harina y en el centro hacer un agujero para que quepan los dos
huevos y una pizca de sal. Una vez tenemos el volcán primero con un tenedor y
luego ya con las manos ir metiendo la harina para dentro y mezclar bien todo.
Amasar hasta cansarse, si vemos que queda muy liquida ir añadiendo harina, y si
es al revés podemos utilizar agua templada para ablandarla. Una vez consigues
la bola sin grumos, se enrolla con papel film y la dejamos reposar 30 min.
Durante
estos 30 minutos preparé el relleno de los raviolis, en este caso puse carne,
zanahoria y cebolla todo picadito y frito, le añadí tomate y lo freí a fuego
lento para que tuviera una textura densa, el relleno no puede quedar líquido,
que se quede compacto nos ayudará a montar los raviolis. Hay infinidad de
recetas para rellenos de raviolis y para hacerlos más tiernos recomiendan
añadir quesos frescos (queso de cabra o ricota), cada uno a su gusto.
Ahora
empieza la elaboración de los raviolis que nos llevará una hora mínimo. Empezamos
a estirar la masa, para que nos queden placas de pasta. Para que no se pegue la
pasta a los rodillos de la máquina añadimos harina, pasamos la pasta tantas
veces como sea necesario para que quede lo más fina posible. La pasta debe
quedar un poco seca y debe despegarse con facilidad de donde la pongamos (en mi
caso encima de papel vegetal). Intentar hacer placas iguales, en cuadrados o de
la forma que nos salgan para poder ponerlas encima. Las utilizaremos a pares.
Ponemos
una placa y hacemos montoncitos de carne con una cucharita calculando la
distancia para hacer los cuadrados que se convertirán en raviolis. Con agua
templada y con la yema del dedo mojaremos ligeramente alrededor de los
montoncitos de relleno. Lo siguiente es
poner la otra tira de pasta encima y pegarla por los bordes humedecidos,
intentar quitar todo el aire y que quede todo pegado.
Una
vez lo tenemos, con un molde metálico o con un cortapastas iremos sacando cada
ravioli uno por uno. Una docena de raviolis por persona es una buena ración de
pasta, aunque con esta cantidad de harina y huevos salen unos pocos más.
Los
raviolis tendrán que estar una hora en el frigorífico y luego ya estarán listos
para hervir durante 3 o 4 minutos en abundante agua con sal. Una vez cocidos
sacar de uno en uno con una espumadera para que escurran y añadir la salsa que
en este caso fue tomate y orégano. Parmigiano rallado por encima al gusto del
consumidor y a disfrutar!
¡¡Mmmm estoy deseando probar este platito de pasta!!
¿Habéis hecho pasta fresca alguna vez?
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